jueves, 16 de diciembre de 2010

Mario Vargas LLosa recibe Orden de las Artes y la Letras

Mario Vargas Llosa siempre ha causado expectativa. Su opinión nunca se ha diluido en la indiferencia. Sus polémicas literarias, políticas y sociales manifiestan la palabra de alguien que hace tiempo se convirtió en un referente del pensamiento en el Perú y en todo el mundo.

La condecoración que recibió por parte del presidente Alan García, la Orden de las Artes y las Letras, define su importancia gravitante dentro de la escena intelectual del país. Su aporte a la literatura universal y a la cultura peruana es indiscutible.

En la Casa de la Literatura, el escritor le rindió tributo a la literatura peruana, a su tradición, y señaló que el Premio Nobel era una razón "para sentirnos reconocidos todos los peruanos, para que la imagen del Perú de alguna manera se asocie a cosas más elevadas que aquellas en las que suele salir Perú en los periódicos fuera de nuestro país".

Pero hay homenajes que no pueden ser obviados y el Nobel lo sabe, por lo que manifestó su admiración por toda esa tradición literaria que ha heredado y de la que es, hoy por hoy, su máxima expresión. Recordó a aquellos poetas, novelistas, dramaturgos y ensayistas que crearon "ese otro Perú", no el país del que hablan los sociólogos, los historiadores, los economistas, "sino el Perú de los soñadores".

Y siguió para precisar nombres y hacer justicia: "Basta pensar en escritores como (César) Vallejo, uno de los grandes poetas de nuestra lengua, y la vida difícil que pasó y los escasos y nulos reconocimientos que tuvo su poesía, pese a su originalidad y su grandeza; que fue reconocida tras su muerte".

De igual forma recordó a César Moro, de quien dijo: "Escribió en la más profunda soledad, ello por una actitud de rebeldía; y ahora se sabe que era un gran poeta y uno de los grandes creadores que ha producido nuestro país".

También se acordó de la próxima celebración del centenario del nacimiento del escritor José María Arguedas, indicando que la mejor forma de homenajearlo es con la divulgación de su obra, la misma que, sostuvo, "es un testimonio maravilloso de la difícil realidad peruana".

"Quiero recordarlos a ellos en este día, en un día que por circunstancias diversas Perú ha estado asociado a un vasto ámbito de la literatura", expresó.

El novelista afirmó que aunque los académicos suecos insistan en que el Premio Nobel es para una persona y su obra, "la realidad es que detrás de ese autor hay una lengua y un país del cual procede, y eso es inseparable".

Y durante el conversatorio sobre su última novela, El sueño del celta, el escritor comentó su fascinación por el personaje de esta historia, Roger Casement, famoso diplomático británico que estuvo en contra de los abusos del sistema colonial en el Congo. "Tengo mucho cariño y curiosidad por este personaje, del cual muchas cosas de su vida no están registradas", señaló.

Sin embargo, Vargas Llosa agregó que los horrores que vio este hombre lo perturbaron. "Ver las atrocidades que ocurrieron en las caucherías fue demasiado para él. Ningún ser humano puede ser normal después de presenciar horrores de ese tipo; incluso en una carta a su hermana le decía que no podía seguir en ese lugar, le expresaba que ya no era un hombre normal y se tenía que ir", contó. Así, de esta manera, el Premio Nobel, nuestro Premio Nobel, describía una realidad que lo sedujo para volverla literatura. Y ahora espera librarse de tanto reconocimiento, que agradece pero sabe que lo agota. La creación y la inventiva de la ficción novelística lo aguardan expectantes.
(Fuente Diario Correo)

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