martes, 18 de enero de 2011

Por una nueva escena cultural

Una artista plástica y una directora teatral debutan en la Gestión Cultural Municipal con ambiciosos sueños y proyectos. María Elena Alvarado y Marisol Palacios prometen profundos cambios con respecto a la administración anterior.

La artista plástica María Elena Alvarado era la cabeza de Desenfranquiciados, colectivo conocido por promover el trabajo artístico libre de las exigencias comerciales establecidas. Ahora, ella se mueve inquieta en su oficina ubicada en el segundo piso del teatro Segura, despachando en la Subgerencia Municipal de Cultura.

Para Alvarado, la gestión pública es un descubrimiento. Confiesa sorprenderse por los rituales de la burocracia y sabe que debe aprender a moverse entre la densa maraña de papeles y permisos. Cuando llegó a su despacho no había ningún funcionario de la gestión anterior que la recibiera. La esperaban, eso sí, una lista de irregularidades (pérdida de bienes materiales, casos de despotismo y racismo hacia los trabajadores, sobrevaloración en las cuentas de los proveedores) que ya se investigan en la contraloría.

Pero no fueron solo denuncias las que recibieron a Alvarado. La nueva autoridad se reunió con todo el personal, desde el portero hasta el tramoyista del teatro, para dar a conocer su programa de trabajo. Reuniones de este tipo no se habían hecho en años, y todos manifestaron un entusiasmo laboral que obedece al claro cambio de actitud: una autoridad que busca ser horizontal, con objetivos y proyectos más ambiciosos y audaces, y con personas de reconocida trayectoria en puestos claves. “Me he propuesto, junto con Víctor Vich, nuestro asesor principal, hacer de esta subgerencia de cultura la mejor del municipio”, señala Alvarado.

Quien representa la actual política cultural del gobierno de Susana Villarán confiesa sus sueños: recuperar el jirón Quilca y convertirlo en una alameda cultural, replicar en Lima el Sonar de Barcelona, uno de los más importantes festivales de música electrónica y arte multimedia, la organización de la IV Bienal de Artes Visuales de Lima (cancelada en la gestión del alcalde Castañeda) y la mudanza de la pinacoteca municipal al aún inconcluso Museo Metropolitano. “Es una colección que debería estar expuesta al público. Queremos que la hemeroteca sea un museo abierto”, señala la funcionaria, interesada también en complementar la colección, rica en obras de arte peruano del siglo XIX y primera mitad del XX, con piezas de arte contemporáneo.

Para Alvarado, su gestión ofrece la oportunidad a los limeños para respaldar sus proyectos culturales. Muestra de ello se aprecia con la gran convocatoria demostrada para los actos de celebración del aniversario de Lima y del centenario de José María Arguedas. “Lo que los limeños verán en estos días es solo un caramelo de lo que será nuestra trabajo”, promete.

TIEMPO DE TEATRO
Marisol Palacios, una de nuestras más reconocidas actrices y directoras, interpreta un nuevo personaje: la jefatura de los teatros de la ciudad. Lo confiesa: nunca quiso un trabajo de horarios fijos. Sin embargo, para ella es un reto estimulante gestionar la oferta del Teatro Municipal (cuya reconstrucción aún no ha concluido), del Segura y de la sala Alcedo. “El Centro de Lima estuvo abandonado en lo que se refiere a teatros. El Municipal se quemó, el Segura tomó su lugar y la sala Alcedo desapareció. Ahora todo tiene que ocupar su lugar. Esa es la tarea urgente”, dice la directora.

Y el orden va así: el Municipal albergará los grandes espectáculos locales e internacionales de teatro, opera y ballet. El Segura recibirá los mejores proyectos recibidos a partir de una amplia convocatoria de proyectos, evaluados por un comité consultivo, y la sala Alcedo convocará las propuestas jóvenes de mayor riesgo.

Otro de los objetivos de la actual gestión es sacar la cultura a la calle, y por ello Palacios ya estudia propuestas para hacer teatro y performances en espacios públicos. “Tenemos ocho parques zonales espectaculares, y lo único que falta es implementar en ellos conchas acústicas para hacer teatro, danza, cine y conciertos en los parques. Asimismo, vamos a abrir las plazas de Lima para acercar la cultura a la gente”, dice.

Su trabajo empezará con la renovación e implementación de la sala Alcedo. “Le dicen la sala pequeña, ¡pero tiene 350 butacas!”, advierte la directora. “Su escenario es pequeño, está muy abandonado y, con relación al municipal, ha quedado obsoleto”.

Palacios señala que el teatro Segura también necesita una renovación antes de relanzar su programa. “Mal que bien, el Segura ha mantenido una constancia. Estamos evaluando sus equipos, algunos de los cuales ya tienen 14 años. Así, tres meses de trabajos de renovación para el Segura y seis para la sala Alcedo serán necesarios antes de que reabran las puertas de ambas salas. Con un Metropolitano que casi pondrá al público frente a sus puertas y con la inversión necesaria para actualizar su infraestructura, Palacios está segura de que las salas revivirán sus mejores tiempos. Todos lo esperamos.

OBRAS TERMINARÁN EN ABRIL
Con “El barbero de Sevilla” reabrirá el Municipal
A fines de abril, concluido totalmente, el Teatro Municipal será entregado a la administración edilicia. Su inauguración –el 16 de mayo– contará con la participación del tenor Juan Diego Flórez, quien encarnará al Conde de Almaviva en la ópera de Rossini “El barbero de Sevilla”, dentro de la programación del festival de ópera Alejandro Granda.

Para la directora y actriz Marisol Palacios, trabajar en el Municipal será un sueño, pues la primera sala del país posee la infraestructura necesaria para los grandes espectáculos. Además de una mecánica teatral versátil y equipos con tecnología de punta, el reconstruido teatro cuenta con amplias salas de ensayo, camerinos, espacio para nuevas oficinas, cafetería, etc.
(Fuente diario El Comercio)

No hay comentarios:

Publicar un comentario