Investigadores en Alemania han desarrollado un
microchip con un sensor que podrá implantarse cerca de tumores para
vigilar su crecimiento.
El dispositivo mide los niveles de oxígeno en el tejido vecino para detectar si el tumor se está expandiendo.
Ingenieros médicos de la Universidad de Tecnología de Munich crearon el
dispositivo como método para rastrear y tratar tumores que son difíciles
de alcanzar, o que es mejor dejar como están.
"Hay algunos tumores que son difíciles de remover, como los que están
cerca de la columna vertebral. Existe el riesgo de cortar el nervio si
uno los remueve quirúrgicamente. O el problema puede ser que el tumor
está creciendo lentamente, pero el paciente es viejo", dijo el
responsable del proyecto Sven Becker.
"En estos casos es mejor monitorear el tumor y solo tratarlo si hay una fase de crecimiento pronunciado".
Bomba de drogas
El sensor se implanta cerca de un tumor y mide la concentración de oxígeno disuelto en el fluido del tejido vecino.
Una baja puede indicar un crecimiento agresivo de las células tumorales, algo de lo que puede avisarse a los médicos.
"El chip microelectrónico tiene una serie de
electrodos que detectan la saturación de oxígeno. Esa información
sensorial es transmitida a una unidad externa que es como una pequeña
caja que se lleva en el bolsillo", explicó Becker.
"De ahí pasa a la PC del doctor; y él puede mirar la información y decidir si la actividad del tumor está empeorando".
Los investigadores creen que esto reducirá la necesidad realizar frecuentes visitas al hospital.
"Normalmente uno tendría que ir al hospital para
ser evaluado con resonadores magnéticos para detectar la saturación de
oxígeno. Con nuestro sistema se puede hacer sobre la marcha", dijo
Becker.
Su equipo prevé agregar al chip una bomba de
medicación que libere drogas de quimioterapia cerca de un tumor si es
necesario tratarlo.
Becker espera que esto sea más efectivo y menos tóxico para los pacientes en el futuro.
"En la quimioterapia tradicional uno suministra
drogas a todo el cuerpo, algo que puede tener fuertes efectos
secundarios. Queremos poner una bomba en nuestro chip, así si el sensor
detecta crecimiento, se pueden aplicar cantidades microscópicas
directamente sobre el tumor", dijo.
"Los pacientes se pueden tratar en forma más rápida y con menos efectos secundarios, porque es local".
El desarrollo del sistema todavía está en las
primeras etapas, pero los investigadores esperan tener un dispositivo
listo para uso clínico en los próximos 10 años.
(Fuente BBC)
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