Perdido hace un año, joya histórica fue descubierta tras remover “trastos y porquerías”. El sospechoso del robo es un electricista de la basílica.
Santiago de Compostela. EFE
El Códice Calixtino, desaparecido desde el 5 de julio del año pasado, ha sido encontrado ayer en un garaje, a 6 kilómetros de la Catedral, en presencia de testigos que nunca imaginaron que llegarían a llorar junto al magistrado y los agentes cuando se produjo el hallazgo.
“Cuando al fin apareció este documento sustraído el año pasado, qué alegría tan inmensa, lloramos todos, incluso el juez, que no pudo contenerse, lógicamente”, contó a EFE Begoña Bravo, quien asumió “con seriedad” su papel como refrendataria.
El descubrimiento de ayer supondrá que el Códice esté presente en la festividad de Santiago Apóstol, el próximo 25 de julio.
Antes de la recuperación, habían sido arrestadas cuatro personas, un electricista ex empleado de la Basílica Compostelana, Manuel Fernández Castiñeiras, su mujer Remedios Nieto Mayo, su hijo Jesús Fernández Nieto, y la pareja de este último, María Jesús Quinteiro.
La comisión judicial localizó el manuscrito, tras remover los “trastos y porquería” de un inmueble, que hacía las veces de trastero, en el interior de varias bolsas de plástico, empaquetado con papel de periódico y, aparentemente, en buen estado.
“En la primera inspección no se encontró, aunque sí aparecieron otros enseres”, explicó a EFE esta bilbaína residente en Galicia, que contó como el juez instructor José Antonio Vázquez Taín no pudo levantar el acta del descubrimiento, a su llegada a la cochera, a las 14:30 horas.
Fue el propio juez quien preguntó a los agentes si habían mirado en un montículo de bolsas de cemento y ladrillos, que al ser retirados dejaron al descubierto la histórica joya robada. “Apareció donde menos lo esperaban porque hubo un instante en el que los ánimos se vinieron un poco abajo, creyendo que no estaba allí”, relató Bravo.
El garaje, donde fue encontrado en Milladoiro (A Coruña), es un lugar cercano a donde estaban residiendo los presuntos ladrones.
Vecinos del edificio en el que habitaba el presunto ladrón han contado que “muchos residentes” no se hablaban con él por “una denuncia judicial”, cuando era presidente de la comunidad.
Fernández Castiñeira, han desvelado las mismas fuentes, llevaba 25 años en la Catedral como autónomo, realizando servicios de mantenimiento de manera continuada, pero en un momento dado “falsificó” un documento y pergeñó su propio contrato como trabajador fijo.
Cuando los responsables del templo decidieron prescindir de sus servicios, conocedores de esta tropelía, encajó su venganza, primero reclamando 40.000 euros (50.000 dólares), según él, la cantidad que se le adeudaba; y a la vez, sustrayendo otras joyas, han corroborado las mismas fuentes, que sostienen que conocía perfectamente el templo y las relajadas medidas de seguridad de entonces.
El juez Vázquez Taín expresó a EFE su alegría: “Estamos muy contentos, nos hemos quitado un peso de encima, y hemos efectuado el correspondiente reconocimiento en la Catedral, es un día de felicidad”.
Datos
El códice. Se trata de una carta de Inocencio II (1130-1143) en la que autentifica el libro “veracísimo en sus palabras, bellísimo en su ejecución, ajeno a toda malicia herética y apócrifa”.
En buen estado. El fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, dijo que lo que más importa es que el códice se haya en buen estado.
Fuente: La República
Me alegro que aparezca el códice, así lo podemos ver todos!
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