Los bajos niveles de recuperación del oro que se obtienen en la minería artesanal, así como la búsqueda permanente de estrategias para no dañar más el medio ambiente durante los procesos extracción de minerales, fueron las razones por las cuales los investigadores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos diseñaron y construyeron, a bajo costo, un equipo portátil para la recuperación de metales valiosos. Este aparato funciona mediante un sistema híbrido que actúa dependiendo de la mineralización en la que se encuentra el oro, por citar un ejemplo. Este novedoso equipo trabaja con los métodos de centrifugación y gravimetría, así como con el sistema convencional o químico (cianuración), explicó a El Comercio el ingeniero Alfonso Romero Baylón.
“Al graduarse las velocidades de este prototipo se llega a concentrar el oro por gravedad simple. No importa si este metal se encuentra en ‘charpas’ o pepitas. Ni tampoco si está sulfurado, pues nuestro aparato está diseñado para actuar en ambos procesos”, resaltó el director de la Escuela de Ingeniería de Minas de la mencionada universidad, Alfonso Romero.
Este equipo portátil funciona de manera similar a una licuadora. “Si lo comparamos con otras máquinas similares, esta marca la diferencia porque tiene altos porcentajes de recuperación del valioso mineral; en ‘charpa’, por ejemplo, otorga entre 85% y 90% de recuperación. Y mediante la cianuración se llega a obtener cerca del 95% del metal”, añadió.
Este sería un segundo proyecto de recuperación del oro sin causar impacto negativo en el medio ambiente. Anteriormente, en Vida & Futuro informamos sobre el ECO-100V, un aparato con similares características que recuperaba este metal precioso sin la utilización del mercurio.
POTENCIA Y ECOLOGÍA
El equipo tiene 1,5 a 2 caballos de fuerza y posee una hélice con 30 grados de inclinación, cuatro aspas y un eje que va desde 50 cm a 100 cm. Es mecánico y eléctrico. En su estructura cuenta con un juego de poleas, un motor trifásico, una base de soporte para el reactor de tratamientos y un eje agitador de acero inoxidable, el cual tiene rangos de velocidades que van desde los 100 hasta las 700 revoluciones por minuto.
La ingeniera Silvana Flores Chávez comentó que este concentrador, el cual ha sido bautizado como el AR-SF-2010, reduce también la concentración de metales pesados presentes en los efluentes minero-metalúrgicos. “Desde el punto de vista ambiental, esta propuesta tecnológica tiene la capacidad también de disminuir los niveles de contaminación ambiental dejados por la actividad minero-artesanal en varias regiones del país”, señaló.
Para ello, el equipo está compuesto por un reactor de neutralización y adsorción de efluentes metalúrgicos y aguas de mina de manera conjunta con la dolomita, mineral que entre sus propiedades posee la capacidad química de neutralizar, precipitar y adsorber metales pesados disueltos en aguas de mina.
“El reactor lo forma un tanque de plástico o de acero inoxidable de 20 litros de capacidad y de 80 cm de diámetro. En este reactor se realiza el homogeneizado de los componentes que intervienen en el tratamiento químico de descontaminación de efluentes mineros, lo cual se logra por la agitación y aireación constante de la mezcla. Así se estaría cumpliendo con los estándares de calidad de agua que exige la Ley General de Aguas”, afirmó la ingeniera Flores.
Los investigadores indicaron que podrían fabricar más equipos, pero que todo depende de la inversión. “De acuerdo con algunos estudios, esta máquina tendría mayor demanda en zonas como Nasca o Madre de Dios, pero no se descarta su adopción en otras zonas del país”, dijo Flores.
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