Escritora es miembro de la Real Academia Española. Según el jurado, la obra de la autora hispana se mueve entre el realismo y lo fantástico.
La escritora Ana María Matute ha hecho de la literatura su forma de estar en el mundo, y ayer, por fin, vio recompensada su trayectoria con el Premio Cervantes por una obra extensa y fecunda que se mueve entre el realismo y “la proyección a lo fantástico” y por poseer “un mundo y un lenguaje propios”.
Matute, académica de la Lengua y genial novelista y cuentista, se convierte así en la tercera mujer que gana el premio más importante de las letras hispanas, que en sus 35 años de trayectoria solo había distinguido hasta ahora a la ensayista María Zambrano (1988) y a la poeta Dulce María Loynaz (1992).
Una vida difícil
La “sorprendente” conjunción entre el realismo y lo fantástico que se da en la obra de Matute fue destacada por el escritor Juan Marsé, miembro del jurado, cuyo fallo fue hecho público por la ministra de Cultura española, Ángeles González-Sinde.
Juan Marsé admira a la ganadora “por muchas razones y no solo literarias, sino de orden vital”.
Y es que la vida de Ana María Matute no ha sido fácil. Como le sucedió a tantos otros escritores de su generación, la Guerra Civil impidió un desarrollo normal de su adolescencia y juventud. Luego, en 1963, se separó de su primer marido, el escritor Eugenio de Goicoechea, al que ella llamaba sin rodeos “el malo”, y le quitaron durante años la custodia de su hijo.
Marsé aludió además a otro elemento clave en la obra de la novelista catalana: “el bosque”, esa palabra “tan importante” para ella y una de sus grandes obsesiones literarias, como ella misma dijo en 1998 en su discurso de ingreso a la Real Academia Española, uno de los más hermosos que se han escuchado en esa institución. “El bosque es para mí el mundo de la imaginación, de la fantasía, del ensueño, pero también de la propia literatura y, a fin de cuentas, de la palabra”, afirmaba en aquella ocasión esta escritora, “predestinada a la literatura desde niña”.
El escritor mexicano José Emilio Pacheco no pudo viajar a España por motivo de salud.
Palabras del Nobel
Mario Vargas Llosa alabó la justicia de la concesión del Premio Cervantes a su amiga Ana María Matute, un galardón que, a su juicio, merecía haber recibido “hace mucho tiempo” por poseer “una de las obras más ricas de la literatura contemporánea en lengua española”. “Me alegro muchísimo, me parece un premio muy justo, soy un gran admirador de toda la obra y además la quiero mucho, somos viejos amigos”, explicó.
Destacó que su obra predilecta de la autora catalana es Primera memoria. “Me parece un libro bellísimo y, sobre todo, creo que esas primeras páginas, la descripción de ese personaje que es la abuela, es una de las cosas más bellas que se han escrito en la literatura en nuestra lengua”, sostuvo.
Perfil
La autora. Nació en Barcelona, el 26 de julio de 1925. Es miembro de la Real Academia Española.
Obras. Los Abel, Fiesta al Noroeste, En esta tierra, Los hijos muertos, Primera memoria, Los soldados lloran de noche, La trampa, La torre vigía, entre otras novelas.
(Fuente EFE- La República)
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