En estas últimas semanas se ha creado la polémica sobre la necesidad de un Museo de la Memoria, destinado a recordar a las víctimas de la violencia interna entre los años 1980 y 2000.
Esta controversia surgió cuando el presidente Alan García rechazó la donación de dos millones de dólares para la construcción de un museo. El Gobierno de Angela Merkel propuso este donativo, después de que la primera ministra alemana visitara el año pasado en Lima la exposición "Yuyanapaq, para recordar", muestra de fotografías, películas y testimonios recogidos por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) sobre los años de la violencia terrorista en Perú.
La actitud del gobierno peruano tuvo inmediatamente comentarios en contra. El de mayor repercusión fue la opinión del laureado escritor Mario Vargas LLosa que esgrimió argumentos a favor del Museo de la Memoria y tildó de incultos a la clase política que se opone a la donación.
Vargas Llosa cuestionó no solo la postura de la administración aprista, sino también los argumentos del ministros de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, quien dijo que el Perú no necesita un Museo de la Memoria sino escuelas, hospitales y alimentación.
Vargas LLos afirmó a la prensa que si semejante pragmatismo hubiera prevalecido en el pasado, no existirían el Prado, el Louvre, la National Gallery ni el Hermitage y Machu Picchu hubiera debido ser rematado en subasta pública para comprar lápices, abecedarios y zapatos.
Esta controversia surgió cuando el presidente Alan García rechazó la donación de dos millones de dólares para la construcción de un museo. El Gobierno de Angela Merkel propuso este donativo, después de que la primera ministra alemana visitara el año pasado en Lima la exposición "Yuyanapaq, para recordar", muestra de fotografías, películas y testimonios recogidos por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) sobre los años de la violencia terrorista en Perú.
La actitud del gobierno peruano tuvo inmediatamente comentarios en contra. El de mayor repercusión fue la opinión del laureado escritor Mario Vargas LLosa que esgrimió argumentos a favor del Museo de la Memoria y tildó de incultos a la clase política que se opone a la donación.
Vargas Llosa cuestionó no solo la postura de la administración aprista, sino también los argumentos del ministros de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, quien dijo que el Perú no necesita un Museo de la Memoria sino escuelas, hospitales y alimentación.
Vargas LLos afirmó a la prensa que si semejante pragmatismo hubiera prevalecido en el pasado, no existirían el Prado, el Louvre, la National Gallery ni el Hermitage y Machu Picchu hubiera debido ser rematado en subasta pública para comprar lápices, abecedarios y zapatos.
El Perú no necesita museos
Por: Mario Vargas Llosa
El autor de esta teoría —que el Perú no necesita museos mientras sea pobre y con carencias sociales— es el señor Ántero Flores-Aráoz, ministro de Defensa del Gobierno Peruano. No se trata de un gorila lleno de entorchados y sesos de aserrín sino de un abogado que, como profesional y político, ha hecho una distinguida carrera en el Partido Popular Cristiano del que se separó hace algún tiempo para representar al Perú como embajador ante la OEA (Organización de Estados Americanos). ¿Qué puede inducir a un hombre que no es tonto a decir tonterías? Dos cosas, profundamente arraigadas en la clase política peruana y latinoamericana: la intolerancia y la incultura. (Sigue...)
MUESTRA YUYANAPAQ
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