miércoles, 15 de abril de 2009

Hoy se conmemoran 71 años de la muerte del poeta César Vallejo

César Vallejo es acaso una de las figuras de mayor relieve dentro del panorama de la poesía contemporánea. Un 15 de abril de 1938 dejó de existir en París.

Hoy, 15 de abril se cumplen un año más del fallecimiento César Abraham Vallejo Mendoza, poeta que nos legó una de las literaturas más conmovedoras y humanas del orbe, considerado cumbre de la letras peruanas.
Autor de Los heraldos negros, Trilce, España, aparta de mí esta cáliz, Poemas humanos, en poesía. Escalas melografiadas, Tungsteno (novela), en otras obras de ficción, ensayos y obra periodística, vivió sus últimos días en la ciudad de París, Francia, abocado a su escritura y a su labor periodística.
El escritor Danilo Sánchez Lihón escribió sobre las circunstancias de la muerte del bardo: El Viernes Santo del 15 de abril de 1938 murió César Vallejo en París, quien nació, se crió, luchó y añoró siempre, Santiago de Chuco, tierra a la cual amó entrañablemente. Tenía, a la razón, 46 años. "Murió -escribe Juan Larrea, quien presenció su muerte- sin aspaviento alguno, dignamente, con la misma dignidad con que había vivido".

Meses antes, y más precisamente en septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 1937, escribió casi todo lo que ahora son los Poemas humanos, período final cuando fragua y cincela también ese poemario incandescente, dedicado a los voluntarios de la República en la Guerra Civil que asoló la patria de sus abuelos, España, aparta de mí este cáliz.
A continuación reproducimos la biografía escrita por la esposa del poeta, Georgette de Vallejo, en donde relata este hecho luctuoso.

1938: El domingo 13 de marzo, se tiende después del almuerzo para reposar un instante. Al día siguiente tiene fiebre. . . carece totalmente de apetito. . . amigos médicos compatriotas suyos le visitan recetándole una que otra pastilla sin tratarlo propiamente -Vallejo está mucho más grave de lo que ellos creen-. Paternal, pero despreocupado, Arias Schreiber, entre otros, exclama: ¡Nunca se hubiera visto morir a un hombre que sólo está cansado! Alertado por el Dr. Porras, por entonces delegado a S.D.N. la legación peruana en Paris decide el traslado de Vallejo a una clínica. Durante dos días Vallejo rechaza este traslado: "Si ésto me compromete". El 24 de Marzo sin embargo, acepta por fin esta angustiosa pero imprescindible solución, y el médico Lejard, médico del ministro Calderón queda designado como único médico ejecutivo de Vallejo, quien tampoco atribuye mayor gravedad al estado de su paciente, quien por suprema desgracia "le cae mal".... Tendido en su último lecho, no habrá quien se sienta suficientemente garantizado por la genialidad de Vallejo, la que nacera postumamente, como para arriesgar unos 2 o 3 mil francos (de los antiguos ) para salvarle la vida. Después de una dura agonía muere Vallejo el viernes santo, 15 de abril de 1938, a las 9 y 20 de la mañana. Sólo mas tarde se sabrá que Vallejo sucumbió a un muy viejo paludismo reaparecido despues de 20 o 25 años, a consecuencia de un estado general debilitado.


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