Estos aspectos, que son parte integral de nuestra psiquis, negativos o positivos, y que de alguna manera han sido reprimidos por el inconsciente, afloran inevitablemente en nuestros actos cotidianos y se manifiestan en nuestras relaciones humanas.
De esta manera, se crea una gruesa capa de invisibilidad sobre lo que verdaderamente está sucediendo al interior de cada uno, ignorando cómo realmente tomamos las decisiones de lo que decimos y hacemos y de nuestros verdaderos deseos.
El trabajo con La Sombra supone un trabajo de exploración profunda de conciencia de nosotros mismos para poder entrar en contacto –siempre indirecto- con nuestro inconciente que es, a fin de cuentas, el que realmente manda en nuestro comportamiento y actitudes.
Un trabajo solitario de individuación obliga necesariamente a encontrarnos con nuestra sombra personal y aceptarla, intentando conciliarnos con ella para, finalmente, transformar esta fuerza psíquica vital en algo constructivo.
En este montaje de teatro, danza y performance se podrá apreciar a cinco artistas enrumbados como grupo en ese viaje al centro de cada uno a través del movimiento, la acción, la música, los colores, los testimonios, los sonidos y emociones y, tal como suelo venir haciendo, se percibirá mi particular gusto por trabajar el inconsciente, morada y cobijo de La Sombra.
Los artistas, por su parte, hurgarán en esa vía iluminándola con una pequeña luz: su conciencia. Para aceptarse, para ser honestos con ellos mismo y con los demás y a fin de perseguir lo que habría de ser uno de los mayores sentidos en la vida: “ser felices”.
El nuevo montaje de Castrillón estará un mes de temporada en el auditorio principal de la Alianza Francesa de Miraflores y cuenta con la participación de Mónica Silva, Karen Spano, Samuel Dávalos, Melania Urbina, Sebastián Rubio y, en calidad de invitado, el artista plástico Gabriel Córtez.
(Fuente: Andina)
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