"Lo único que me importa ahora es pintar porque ya siento que se me ha acabado el tiempo".
A vísperas de su 87 cumpleaños, uno de los pintores más renombrados del país, Fernando de Szyszlo, dijo que ya se está jugando los descuentos, que ya siente que se le acaba la vida.
En entrevista con la agencia EFE, Szyszlo cuenta una serie de situaciones y contextos por las que pasó en su vida. Recordó los años que estuvo en París después de la Segunda Guerra Mundial, los tiempos complicados cuando perdió a su hijo, y definió, como muchas veces, el papel de la pintura en la sociedad.
Según contó, tiene planeado trasladarse con su familia a una playa de Nueva York “para escapar del invierno limeño”.
Sobre la pintura, De Szyszlo relató:"Es un desafío en el que en la primera parte es fascinante porque uno va vislumbrando lo que puede salir y después se le va escapando. Yo siempre he dicho que la pintura es el homicidio de un sueño. Usted trata de coger ese sueño y se le escapa, es terrible. Pero eso al mismo tiempo es lo que le hace a uno seguir pintando".
"Yo soy una persona melancólica y siempre he tenido la muerte muy presente en mi vida. Nunca he dejado de pensar en la muerte. Siempre la he tenido cerca y ahora la tengo al costado. Siempre digo que ya no tengo futuro, ya no tengo sino presente".
"Pintar me ayudó a soportar una cosa tan insoportable y tan inaceptable como es la muerte de un hijo", acotó el pintor peruano.
Fuente: La República
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