lunes, 22 de noviembre de 2010

Violencia del tiempo:Una obra maestra por descubrir


¿Por qué consideramos que la monumental novela, de más de mil páginas, “La violencia del tiempo” (1991) del escritor piurano Miguel Gutiérrez es una obra maestra por descubrir? ¿No resulta ya suficientemente reconocida, dado que se situó en el segundo lugar de las preferencias, solo superada por otra novela magistral, “País de Jauja”, de Edgardo Rivera Martínez, cuando la revista “Debate” indagó, en una amplia encuesta planteada a creadores y críticos literarios, por las obras narrativas más valiosas publicadas por autores peruanos en la década del 90?

Por: Ricardo González Vigil



De un lado, respondamos, la edición que acaba de aparecer de “La violencia del tiempo” es la primera que respeta fidedignamente el texto. Lo ha precisado el propio Gutiérrez, entrevistado por Pedro Escribano: “Todos los capítulos estaban subdivididos solo en dos, pero Milla rompió con el diseño al subdividir o fragmentar los capítulos en más; así, uno de estos capítulos apareció con siete subcapítulos. Otra cosa, yo había hecho una serie de subrayados tipográficos que no fueron tomados en cuenta (“La República”, 14-11-2010).

De otro lado, la difusión de “La violencia del tiempo” en un sello tan consagratorio, y tan accesible al público por sus precios populares, como es Punto de Lectura (del grupo Santillana) facilitará que sea reconocida como una de las obras maestras más admirables del idioma español posteriores a ese período de esplendor conocido como ‘boom’ (años 60 y comienzos de los 70).

A escala nacional, se impone todavía descubrirla en su formidable magnitud artística, evitando una serie de prejuicios puestos en circulación por comentaristas adversos a Gutiérrez. Ellos le niegan genialidad verbal y versatilidad literaria, y lo acusan de propalar una ideología terrorista, cuando en sus novelas prima una óptica nada dogmática, más bien polifónica y matizada por diversas perspectivas; sin duda, su orientación es revolucionaria, pero en una línea “abierta” y “heterodoxa” que lo vincula con la “creación heroica”, nada sectaria, de Mariátegui y Vallejo.

Más necesario resulta su reconocimiento en el ámbito internacional. Aunque ya un crítico de la talla de James Higgins ha señalado su importancia en su “Historia de la literatura peruana” (Universidad Ricardo Palma, 2006) y Rita Gnutzmann lo elogia en “Novela y cuento del siglo XX en el Perú” (Universidad de Alicante, 2007), la verdad es que “La violencia del tiempo” es poco conocida fuera del Perú. Ya es hora de constatar que se trata de la mayor suma novelística (ese tipo de “novela total” que congrega todo tipo de narraciones en su estructura sinfónica: novela de aprendizaje, histórica, de aventuras, de pasiones turbulentas, de reflexión sobre la escritura, etc., el modelo supremo es el “Quijote”, donde Cervantes parodió y rehízo todas las formas novelísticas que lo precedieron) que se haya cincelado en América Latina.

Constatar, igualmente, que pocas novelas en español ostentan un elenco como el suyo, tan abundante en personajes que parecen seres vivos, complejos, sin esquematismos psicológicos o morales; ahí Martín Villar sobresale porque lo conocemos integralmente, con sus luces y sombras, desde lo más fisiológico (con su entorno geográfico, su herencia genética, etc.) y sociohistórico, hasta lo más espiritual (sus inquietudes estéticas, éticas, epistemológicas, pedagógicas, etc.).
(Fuente diario El Comercio)

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