La artista plástica limeña expuso lienzos inspirados en el color y la luminosidad de los paisajes costeros.
Ernesto Carrasco
El color, el tiempo, la figura, la luz y la imagen son elementos esenciales en la obra de la artista plástica Mónica Luza. Ella, peruana como los paisajes costeros de sus obras, exhibió, hasta hace algunos días, en el Museo Pedro de Osma, en el romántico distrito Barranco, además de sus pinturas, objetos y fotografías.
Mónica proviene de una cantera familiar de pintores, en la que su padre fue la piedra angular de una familia que se nutrió de su sensibilidad y virtuosidad por el arte.
Tanto Mónica como su hermana Charo y el padre de estas cursaron estudios en artes plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes (Lima). Mónica estudió con el maestro Miguel Ángel Cuadros y luego se fue al Staedelsches Kunstinstitut de Frankfurt (Alemania). Además, ha seguido una especialización en gestión cultural y pedagogía en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad de las Artes en Berlín.
También está convencida del cambio que produce el arte en las personas, de ahí que no se trata de un acceso exclusivo para una élite. Por eso ha llevado a cabo una serie de proyectos en Berlín con niños y adolescentes, bajo el auspicio de algunas universidades locales. En dichos talleres se ha propiciado el arte como parte del proceso creativo en los jóvenes participantes provenientes de los barrios de Berlín.
Así fue como elaboró un mural, llamado “Yawar Fiesta”, sin duda, un acercamiento a la cultura del natal país. “Se trata de sacar lo que hay en el interior, esa sensibilidad que cada uno de nosotros posee”, explica Mónica Luza.
La artista plástica guarda una entrañable relación con el contexto geográfico del terruño. En varias de sus obras pictóricas se puede percibir el cielo limeño, característica por la que en alguna oportunidad un crítico de arte identificó su procedencia, pero además lo relevante es que ella le ha dado el tono exacto para transmitir dicha sensación en el tiempo y el espacio. “La luz de Lima es la que se refleja en mis cuadros. Esa luz especial que hay en Lima, en la costa peruana”, nos asegura la artista.
De acuerdo con la reseña del curador de la muestra y crítico de arte, Juan Peralta Berríos, “para acercarnos a cabalidad a la obra de Mónica Luza es necesario entender la influencia conceptualista de su formación para sus procesos creativos, donde espacio y tiempo son ejes base”.
Peralta refiere que “en el tema del paisaje es imprescindible mencionar su obra en la exposición Blinky Palermo en los Andes (Berlín 2010). Aquí se halla el encuentro anecdótico de un muro azul sobre una base blanca en uno de los desiertos el sur peruano, construido por albañiles oriundos del lugar, que anunciaba la Zona Arqueológica-Ciudad Perdida de Huayuri”. Esta experiencia hizo que la artista registrara fotográficamente este muro que en contraste con el paisaje se convertiría en punto de partida de una serie de pinturas y proyectos.
La obra de Mónica Luza contó con el auspicio de la Embajada de la República Federal de Alemania y la Corporación Lindley, bajo la asesoría de Trapecio.
DATOS
1988, Premio Nacional de Cultura “Álvaro Canales”, Honduras.
2004, Subvención del Ifa (Instituto de RREE de Alemania) para participación en la III Bienal del Standarte en Tijuana, México.
Fuente: La República
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