Desde el 25 de mayo, el Instituto Cultural de Providencia en Chile acogerá todo el esplendor de los zares rusos y la más deslumbrante platería peruana para participar en las celebraciones del bicentenario de Chile.
"Llevamos años trabajando en esta exposición, consiguiendo los permisos necesarios y los seguros, y diseñando la curatoría que implica una empresa de este nivel", cuenta satisfecho Osvaldo Rivera, director de la institución cultural.
Y es que el 25 de mayo inaugurarán una esplendorosa muestra doble. La primera, Símbolos Reales Rusos: Religión, Vida Cotidiana y Tradiciones, comprende 120 piezas originales, pertenecientes en su mayoría a la dinastía Romanov.
La colección llegará en los próximos días a Chile, pero El Mercurio ya tuvo acceso a las imágenes de algunos de los magníficos objetos que se exhibirán; entre ellos, trajes de época pertenecientes a miembros de la dinastía, joyería manufacturada para los emperadores, coronas, y los famosos huevos de Fabergé.
También se mostrarán íconos que formaron parte de las colecciones privadas de los zares. El objetivo es dar cuenta de la cotidianeidad y la riquísima expresión artística de la época.
"Fueron escogidas especialmente para Chile por dos museos: el Reserva Estatal Unificado de Moscú y el Histórico Estatal de Rusia. Son piezas únicas que no itinerarán por otros países, lo que les da más valor", acota Rivera.
Según explica la licenciada en ciencias históricas Cizova Ti, autora de numerosos ensayos sobre esta esplendorosa manifestación, "el florecimiento del arte de joyería de Moscú del siglo XVII fue vinculado con la actividad de los talleres del Kremlin, en particular con la Cámara de Armas que existía desde principios del siglo XVII”.
“Precisamente ahí, para uso doméstico del zar, para la aristocracia rusa, para la alta jerarquía de la iglesia ortodoxa fueron creados estos objetos valiosos”, agregó.
La segunda muestra: Plata del Perú: Del Virreinato a la República también promete espectacularidad. Son 70 piezas de la prestigiosa colección Barbosa-Stern, con objetos de los siglos XVII al XIX, agrupados de acuerdo a su uso religioso o civil.
Imperdibles serán las filigranas de plata, técnica que se desarrolló en Huamanga, tanto en el Virreinato como en la República.
(Fuente: Andina)
"Llevamos años trabajando en esta exposición, consiguiendo los permisos necesarios y los seguros, y diseñando la curatoría que implica una empresa de este nivel", cuenta satisfecho Osvaldo Rivera, director de la institución cultural.
Y es que el 25 de mayo inaugurarán una esplendorosa muestra doble. La primera, Símbolos Reales Rusos: Religión, Vida Cotidiana y Tradiciones, comprende 120 piezas originales, pertenecientes en su mayoría a la dinastía Romanov.
La colección llegará en los próximos días a Chile, pero El Mercurio ya tuvo acceso a las imágenes de algunos de los magníficos objetos que se exhibirán; entre ellos, trajes de época pertenecientes a miembros de la dinastía, joyería manufacturada para los emperadores, coronas, y los famosos huevos de Fabergé.
También se mostrarán íconos que formaron parte de las colecciones privadas de los zares. El objetivo es dar cuenta de la cotidianeidad y la riquísima expresión artística de la época.
"Fueron escogidas especialmente para Chile por dos museos: el Reserva Estatal Unificado de Moscú y el Histórico Estatal de Rusia. Son piezas únicas que no itinerarán por otros países, lo que les da más valor", acota Rivera.
Según explica la licenciada en ciencias históricas Cizova Ti, autora de numerosos ensayos sobre esta esplendorosa manifestación, "el florecimiento del arte de joyería de Moscú del siglo XVII fue vinculado con la actividad de los talleres del Kremlin, en particular con la Cámara de Armas que existía desde principios del siglo XVII”.
“Precisamente ahí, para uso doméstico del zar, para la aristocracia rusa, para la alta jerarquía de la iglesia ortodoxa fueron creados estos objetos valiosos”, agregó.
La segunda muestra: Plata del Perú: Del Virreinato a la República también promete espectacularidad. Son 70 piezas de la prestigiosa colección Barbosa-Stern, con objetos de los siglos XVII al XIX, agrupados de acuerdo a su uso religioso o civil.
Imperdibles serán las filigranas de plata, técnica que se desarrolló en Huamanga, tanto en el Virreinato como en la República.
(Fuente: Andina)
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